Quién diría que el éxito, aclamado y deseado por tantos, ahuyenta a más del 70% de la población. Estadísticas de pobreza y riqueza monetaria lo reflejan, entendiendo esto que llaman éxito desde el hecho de alcanzar esas metas económicas que transmiten seguridad, libertad y el permiso de darse gusto tras gusto sin pensar en el día de mañana.

Luego encuentran que quienes no tenían dinero y lo tuvieron, lo perdieron. Quienes tenían dinero y no lo querían, también lo perdieron. Una sin salida que representa lo que las personas exitosas afirman sobre ser holgado económicamente -entiéndase por holgado lo que cada persona crea que requiere financieramente-. Parece muy fácil de decir porque no son ellos los que sufren la premura de pagar el arriendo, cumplir con obligaciones del banco o medir el sueldo para todo un mes de mercado.

No obstante, puedo decir que he estado desde ambos bandos, con toda la solvencia económica y con grandes aprietos de dinero, sin embargo, en ningún evento de estos fui más feliz o infeliz, simplemente las circunstancias pusieron en marcha los pensamientos que buscaban soluciones inmediatas. De igual forma, en el tiempo donde había demasiada libertad financiera, también tuviera que tener los pensamientos ocupados en cosas productivas y/o beneficiosas. Todo para concluir que la felicidad no viene con el dinero, la tranquilidad no se obtiene por falta de deudas, todo transcurre conforme la mente habilite las capacidades con las que todo ser humano fue dotado.

Así, teniendo mucho sabrás qué hacer con tu vida para no caer en un estado de inconsciencia e insatisfacción donde teniéndolo todo nada te llena; ni tampoco caerás en un estado de lamento y desesperación donde faltando dinero no puedes ver las oportunidades que te da la vida para tenerlo y todos los obstáculos que podrás superar solo por encontrarte en dicha situación.

Las mejores historias de éxito siempre se han dado en personas que tuvieron que escalar paso a paso para llegar a la cima, y que siendo uno u otro oficio en el que se desempeñara, su premura por hacer de la vida de los demás y de su propia vida algo mejor lo hizo alcanzar ese emblema de “éxito” que no se compara solo con tener dinero de sobra, sino que el propósito que mantiene es la sangre que le nutre, le da vida y le impulsa.

Muchos pensarán que es bueno solo tener y tener para cumplir sueños, pero si observan detenidamente sus vidas ahora, en el pasado pudieron estar en un peor punto que el de ahora y no se han dado cuenta que tuvieron éxito en varios aspectos de sus vidas; o que ahora están peor que en el pasado, pero que en aquel entonces no se habían dado cuenta porque solo veían la escasez del momento sin notar las bondades que ya tenían en la vida.

Es así como busco en pocos párrafos abrir la consciencia de los lectores para hacer un alto ahora mismo, bien sea para agradecer o para recalcular la dirección de lo que pensamos nos hará felices y exitosos, pues recientemente pregunté quién quería ganar dinero con dedicación y tiempo, y la respuesta en su mayoría fue decantar el esfuerzo, prefiriendo continuar en el lamento de sus quehaceres atándose a frases tan malas como antiguas, por ejemplo, “es mejor malo conocido que bueno por conocer”.

Finalizo con el siguiente ejercicio: imagínate en tu lugar soñado en 5 años, con tus personas soñadas, en el trabajo soñado. Ahora abre los ojos y visualízate en el trabajo que detestas, con los problemas que tienes y el arrepentimiento de no haberlo intentado, las palabras “si hubiera” rondándote todas la noches.

Entonces toma nota: ¡esfuérzate y sé valiente!, en lo que sea que te interese para que seas feliz en la vida que te mereces.

 

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Mónica Johanna Pérez López
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Mónica Pérez

Emprendedora y Abogada.