Dicen ser la generación sin miedo por cantar el himno al comunismo pedaliaos por viejos zorros de la izquierda que los están utilizando con fines políticos. #LaGeneraciónSinMiedo Clic para tuitear

 

Comencemos por decir que vengo de la generación que no traía Manual de instrucciones ni ruta de vuelo.
Soy el sexto de 9 hermanos, todos vivos (uno o dos bobos) pero todos nos criamos y ahora el menor, El Niño, tiene 52 años. De los 9, 8 nacimos en el campo traídos por la cigüeña que se llamaba “partera”.

Me cuenta mi madre que a mí me trajo a este mundo “Inesita” una vieja de 72 años que por dentadura tenía un colmillo amarillo, producto de tanto chupar tabaco y además por el paso de los años.

Inesita me trajo a este mundo un 9 de junio hace ya casi 59 años a las 11:50 pm a la luz de un par de velas en una casa de bareque y piso de tierra.

Con una ponchera de agua caliente, una navaja bien afilada y desinfectada con alcohol pa’ mocharme el ombligo esperaban mi llegada.

Cuando llegó el momento le dijo a mi madre: ¡Puje Nohemy! ¡Y pum! De un jalón me trajo a este mundo, me colgó de las patas, palmada en el culo y ¡listo! Acá está su muchacho Toño, le dijo Inesita a mi papá.

Me enrollaron en un poncho viejo pero limpio de mi padre. Dieta de 40 días y 40 gallinas para mi madre y listo.

Así veníamos a este mundo sin mucho puto misterio y sin mucho misterio nos criaban nuestros padres. A los 5 años ya estábamos aptos pa’ voliar azadón y pa’ cargar leña del monte pa’ prender el fogón. Si se podía de 10 años íbamos a la escuela para aprender a leer y a escribir.

La farmacia quedaba en el solar de la casa y casi pa’ todo había remedio.

*Sarampión: el remedio era cagajón de caballo hervido en leche y pasado por trapo q servía de colador, tómeselo mijo y no se serene.

*Paperas: el remedio era un trapo amarrado en la garganta impregnado con mentolín y listo, no se ventee mijo.

*Pa’ las lombrices: nos daban un jarabe dulce q me parece no era muy efectivo por q las lombrices salían vivas y quedaban colgando del culo.

*Pa’ la gripa: cedrón con agua panela.

*Pa’ los gusanos que nos daban en la cabeza producto de tantas jornadas en el monte cargando leña: el remedio era más técnico, “Cariaña” con hojas de tabaco en la boca del grano y salían por que salían los condenaos.

*Un machetazo en un pie con herida de 15 cms y 2 de profundidad: ¡baje la telaraña del techo! Café y azúcar y amárrese este trapo mijo. Hoy en día una herida de estas da 2 meses de incapacidad con cirugía plástica con relleno sacado de una nalga, con posible demanda laboral, con pretensión de media pensión, con alegato de haberse perdido la cadencia del culo.

Claro que también teníamos en la alacena remedios más avanzados: Alcohol y “Mejoral”
¡Cayó desmayao! Póngale un trapo con alcohol en la nariz.

Está como aguevao… ¡póngale el frasco de alcohol en la nariz! tiene dolor bajito… sóbele alcohol. Y el resto: Dolores de cabeza, de barriga, de oído etc. Tómese este mejoral, mijo.

En esas épocas no contábamos las calorías, las harinas y mucho menos la grasa, en esa época uno se moría “de Repente” y sin mucho espabilar se iban pa’l hueco, sin echarle la culpa al azúcar, a las harinas o que le dio un infarto por esa gordura tan ifueputa.

Todas estas adversidades con las que fuimos levantados sin muchas contemplaciones nos formaron el carácter y nos desarrollaron “la neurona del rebusque” y es que no hay mejor comida que un hambre bien ifueputa…

Madrugadores y soñadores nos le mediamos a cualquier trabajo y no no le arrugábamos a nada, siempre soñando con un mejor futuro para nuestras familias.

Ahora hay una gran diferencia, los hijos vienen con plan de vuelo que les preparamos los padres incluso antes de nacer, por humildes que seamos queremos lo mejor pa´ nuestros hijos y soñamos con verlos “profesionales” noches de desvelos y duras jornadas de trabajo nos tocó a muchos pa’ poderles brindar la educación a estos muchachos.

“La generación sin miedo” se hacen llamar así una recua de muchachos a los que no les sirve nada. Algunos tiran piedras y otros babas y mierda ideológicas que les han arraigado en lo profundo de su ser.

Si les dan, tiran piedras.
Si les ofrecen, tiran piedras.
Y si no les dan, queman buses y acaban con las vidrieras de lo que se atraviese en las ciudades capitales.

*Dicen ser la generación sin miedo porque increpan al mejor presidente de la historia de Colombia y lo llaman: paraco, mafioso, asesino.

*Dicen ser la generación sin miedo por que llaman “porki” y asesino a nuestro querido presidente. ¡Qué despropósito tan ifueputa!

*Dicen ser la generación sin miedo porque insultan y tratan de paracos, mafiosos y asesinos a todos nosotros en las redes.

*Dicen ser la generación sin miedo porque se envuelven un puto trapo en la cabeza y salen a tirar piedra.

*Dicen ser la generación sin miedo por estar perdiendo la oportunidad de estudio que les brindan sus padres con tanto esfuerzo y sacrificio.

*Dicen ser la generación sin miedo por cantar el himno al comunismo pedaliaos por viejos zorros de la izquierda que los están utilizando con fines políticos.

*Dicen ser la generación sin miedo porque no tienen nada que perder, ni casa, ni carro, ni plata.

La cosa es simple muchachos, nada tiene pa’ perder el que nunca se ha ganado nada y en la vida nada se logra de la noche a la mañana, todo en la vida requiere tiempo, disciplina y sacrificio.

Ahora no nos vengan con güevonadas a los viejos que nos hemos partido el lomo trabajando por años, a los que se nos cayó el pelo, los dientes y el pájaro luchando día y noche para hacer de Colombia un mejor país para todos.

¡A lo único que le tenemos miedo es a una ira de Dios, a una escasez de mujeres o a que se nos quiebre la botella de aguardiente!

 

Argiro Castaño
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Carpintero de profesión, campesino de corazón, enamorado de mi negra y más Uribista que un putas