Las Criptomonedas han marcado tendencia dentro de los mercados digitales por la valorización tan alta que ha alcanzado una de ellas, el Bitcoin, no obstante el auge que tiene la comercialización digital más del 80% de la población aún no entra a este entorno.
Una de las causas para que esto ocurra es que a pesar de las quejas que tiene mucha gente contra el gobierno y la limitación que este impone a la libertad cuando se da una regulación para ciertos temas, es precisamente esta limitación o regulación lo que evita que hoy en día más personas hayan entrado al mundo de los mercados digitales.
Como lo había mencionado en algunas historias de Instagram, que las criptomonedas no estén reguladas por la Ley en Colombia, no significa que estén prohibidas o sean ilegales, simplemente es una aventura en la cual entra cada inversor al no tener reglas básicas para exigir sobre lo que compra y lo que vende, siendo este incluso un factor determinante para que en tan poco tiempo se obtengan ganancias más que rentables para aquellos que saben invertir.
Ahora bien, se dice no tener leyes concretas en la materia, pero los principales actores de la economía iniciaron hace años programando sus propios exchange, bancos como Bancolombia, Davivienda, comercializadoras de vehículos, compañías de tecnología celular, BigData, etc.
Ahora, a modo de explicación, un exchange o intercambio de criptomonedas viene a ser el lugar donde se realizan los intercambios de las monedas digitales o de dinero fíat. Estas casas de cambio online contienen el precio de mercado de cada criptomoneda de acuerdo a la oferta o demanda de cada una, entre más demandada sea una cripto pues mayor valor alcanzará.
El dinero fiat es un dinero sin respaldo tangible, es decir, antes de 1971 en el mandato de Richard Nixón, cada dólar debía estar respaldado por un patrón oro en el banco, luego de la guerra de Vietnam pasó a ser dinero que representa un valor por el convenio que hacen los pueblos y no porque esté respaldado con oro.
Al día de hoy los inversores (y hasta los que no invirtieron) están consternados por la caída de la criptomoneda Bitcoin que habiendo alcanzado valores increíblemente altos se desploma momentáneamente por factores económicos que obviamente también la rigen, entre ellos: la inflación que ha provocado la pandemia del Covid-19, la crisis de la guerra entre Rusia y Ucrania, la política monetaria de la Fed, etc.
Esto se conoce como « criptoinvierno », caracterizado por la tendencia bajista que ha tenido el Bitcoin y otras monedas digitales. Santiago Harker, CEO de la compañía Trademade, indica que este período bajista se rige por las condiciones macroeconómicas del momento, donde normalmente duraría 1 año, para estos tiempos de pandemia podría extenderse por mucho más tiempo.
En conclusión, hay que tener en cuenta que este golpe económico no solo está afectando a los inversores digitales sino a todos los ciudadanos que consumimos la canasta familiar; he ahí la importancia de que los países mantengan un equilibrio económico que genere riqueza, lo cual se traduce en oportunidades y beneficios para todos.
Las pataletas de un paro o de una guerra que meses o años después se concretan en hambre y escasez, además de ser un desconsuelo para los que tienen pérdidas más allá de lo económico, replantean la diversificación que tiene el dinero (representado en tarjetas de crédito, criptomonedas, inmuebles digitales, forex, etc.) y la forma en la que se está gastando o invirtiendo.
Algo tan simple como la elección de un presidente puede dejar a un país en un Cripto-Invierno o en un Peso-Invierno. Por eso, entre más pronto se comprenda la forma en la que funciona el dinero, más rápido las personas dejaremos la pobreza y dependencia que nos somete a la regulación del gobierno respecto de los mercados digitales o de los subsidios en educación.
Mónica Johanna Pérez López
Mónica Pérez
Empresaria digital.
Abogada financiera en #MónicaPérezyAsociados.
Escritora, política e inversionista.
