Un llamado a la Conciencia | Salvatore Lucchese Clic para tuitear

Aunque “elles” quieran dañar la elocuencia, de nada le sirve su absurda irreverencia, entre resentidos y acomplejados no justifica su insolencia para tratar de convertirla en una execrable insipiencia.

Cervantes aún vive en la moderna verborrea, a nosotros Dios gracias por frenar su abominable lingüística diarrea, a pesar que a nuestro mundo “elles” los quieren poner de cabeza, la gravedad según Newton desagravia esa impertinencia, la culpa no es de “elles” por su inocua cerebral protuberancia, sino de nosotros por nuestra indolente y sumisa estancia.

En el mundo de lo absurdo actuar con cautela reverencia, es como una gonorrea sin su debida convalecencia, echarle la culpa a la estaca que el sapo salta y se ensarta, es la típica justificación de los socialistas que se infartan, y aunque la RAE “Real Academia Española” ha actuado con prudencia, la historia nos ha enseñado que nadie aprende con clemencia, entre libertad y libertinaje hay una abismal diferencia que solo la ética y la moral podrán rescatar nuestra esencia, y si a veces hay que usar con nuestros hijos la mal llamada violencia, con chancletas, palos de escobas y correazos de conciencia, que sería hoy en día del mundo, a pesar de su acelerada decadencia si nuestros abuelos y padres hubiesen optado por la no violencia; entre rimas y arrimados hay una tortuosa diferencia pero que gracias a ella aún podemos hacer la oportuna y necesaria divergencia; opté por convertir en versos mi humilde diligencia para hacerle a los más jóvenes un llamado de conciencia.

Por fin me despido de esta sinuosa irreverencia para aclararles a “elles” que la lengua española no es una furcia huérfana en su esencia.

Así que, “si” hay que darle suma importancia a este enloquecido socialismo sediento de venganza, que relevancia hubiesen tenido los molinos de viento sin Don Quijote y su escudero Sancho Panza!.

Salvatore Lucchese
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Abogado Cum Laude. Católico, Apostólico, Romano, profundamente Mariano. Diestro! Columnista