La gran mayoría de las redes sociales, medios de comunicación social (audiovisuales/escritos), prohíben todo lo relacionado con el enaltecimiento de la moral, la ética y las buenas costumbres; el motivo según  ellos es porque se  denigra a las minorías que aborrecen los conceptos de familia, moral, ética y buenas costumbres, sin embargo, permiten publicaciones de hombres, mujeres, adolescentes y hasta niños!, las cuales subliminalmente incentivan la pedofilia y la prostitución, mostrando partes íntimas soezmente.

Por ejemplo, ¡los que controlan la red social denominada “Instagram” deciden unilateralmente que es apropiado o impropio!, es decir, se consideran los amos y señores de nuestra libertad de expresión a su conveniencia, bien sea de forma pecuniaria o lo que consideran “políticamente correcto”.

Muchos se preguntarán; ¿si no te agradan sus reglas porque eres parte de ella? ¿Y por qué No? Instagram es una red social pública, donde todos podemos expresarnos libremente, haciéndonos responsables penalmente y civilmente ante las leyes vigentes de cada nación, sin embargo,  esta red social permite expresarse libre de censuras a los pregoneros de lo “políticamente correcto”, pero a todos aquellos que no compartimos y/o rechazamos esa doctrina si nos censuran, ¿entonces?…,

Señores si Instagram quiere imponer sus reglas, o más bien sus doctrinas anarquistas, pues que se convierta en una red social privada, donde cada individuo que quiera ser parte de ella acepte unilateralmente sus condiciones, ahora bien,  si quieren seguir siendo una red social pública no deben sancionar a los que ellos consideren no seguidores de sus doctrinas.

Se convirtieron en una secta pública para centrifugar en la psiquis de todos lo que ellos consideran “políticamente correcto”, cercenado nuestro derecho universal a expresarnos libremente, valiéndose de las lagunas jurídicas en algunos países, para imponer sus leyes y/o reglas a su conveniencia, donde todos podemos expresarnos mientras no distorsionemos sus oscuras doctrinas globalista,  pretendiendo erradicar ya no tan sublimemente, a los que aún creemos en los principios morales, éticos y familiares, que han sustentado paulatinamente al ser humano desde la época de las hordas, hasta nuestra sociedad actual, y a pesar de los muchos desaciertos a veces horripilantes de nuestros ancestros, nosotros hoy, sus herederos, hemos aprendido de esos errores y horrores cometidos en el pasado.

Hoy con humildad no solo hemos pedido perdón, también hemos resarcido en lo moral, ético, social y hasta en lo económico el daño causado a todas las minorías, sea por su raza, color de piel, creencias religiosas, tendencias sexuales y más…

Comprendemos cabalmente que el daño causado a esas personas por nuestros antepasados es casi irreparable, pero hemos hecho y seguiremos haciendo todo lo posible para sanar las heridas. A pesar de todo lo ante expuesto eso no te da derecho a ti Mark Zuckerberg y a tus camarillas de resentidos sociales, que más que resentidos sociales son oportunistas mercaderes de ideologías vengativas, con el único propósito de enriquecerse económicamente, inocular el odio en la psiquis de los descendientes de los que fueron oprimidos, vejados, torturados y hasta asesinados.

Estoy seguro que una gran mayoría no estamos de acuerdo con los abominables hechos acaecidos en el pasado no tan lejano y, que desgraciadamente aún siguen ocurriendo, a Dios gracias no tan repetitivamente hoy en día.

Entiéndase que este detestable señor sigue auspiciando el racismo, la homofobia, la anarquía y no sé cuántas fobias más, con el fin primordial de sacarle provecho económico, mostrándose ante el mundo como un paladín de la igualdad y defensor de los oprimidos, siendo un imbécil con un altísimo coeficiente intelectual; ¡waoo! que incongruencia ¿no? Sus avatares están fríamente calculados para manipular las nuevas generaciones de finos, pero endebles cristales de Murano; la nueva versión del flautista de Hamelin, pero con un arma más letal que la mitológica flauta, “Instagram/Facebook”.

Podría durar dos días exponiendo cada uno de los argumentos válidos y fehacientes que demostrarían lo destructivos que son los señores Zuckerberg, Jorge Soros, entre otros. Creo que aún la gran mayoría, de los que verdaderamente somos una abrumadora mayoría de personas, con principios y valores familiares inalienables, dueños absolutos inmanipulables de nuestro raciocinio, no hemos entendido que ya comenzó el holocausto ideológico en contra de nuestras creencias sociales, culturales, familiares, políticas, religiosas, entre otras, y así subyugar de raíz todo lo ante expuesto.

Señor Zuckerberg, mientras Instagram siga aparentando ser una red social pública yo seguiré en ella, contrarrestando sus arrullos de sirena con mis granitos insignificantes de arena, para mi usted es el más digno representante del inframundo de Hades.

Lamento haberlos inmerso en mi tortuoso intelecto, me despido enviándoles un cordial abrazo.

Atte. Abogado Salvatore Lucchese S.
Señor Zuckerberg, mientras Instagram siga aparentando ser una red social pública yo seguiré en ella, contrarrestando sus arrullos de sirena con mis granitos insignificantes de arena. Clic para tuitear

Salvatore Lucchese
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Abogado Cum Laude. Católico, Apostólico, Romano, profundamente Mariano. Diestro! Columnista