En estas primeras semanas del gobierno Petro, hemos sido testigos de las más ridículas y discusiones y actuaciones de parte y parte. Por un lado, una oposición errática, que no hace sino llorar sobre la leche derramada y es incapaz de hacer un juicio de responsabilidades interno, y preparar propuestas programáticas, viables y serias que le permitan retornar el pode en 2026.
Para cerrar con broche de oro, la supuesta Jefa de La Oposición, terminó votando por el candidato a contralor del Pacto Histórico, entregándole a Petro su anhelado contralor de bolsillo en bandeja de plata. No hay derecho que ese partido se haya dejado robar las banderas de La Justicia Social, como si éstas fueran monopolio del socialismo y el progresismo.
Por otro lado, un gobierno que a diario demuestra el poco conocimiento de la realidad del país, y echa para atrás sus banderas de campaña, como la reforma agraria, acabar el 4 x 1000 y cerrar las EPSs. Habrá tiempo para repasar todos estos temas más adelante.
Pero la discusión más ridícula de todas es la que se da en torno a la propuesta, que viene de tiempo atrás, de bajarles el salario a los congresistas.
La opinión pública se ha dejado convencer de que este rubro es un hueco enorme en el gasto público, y eso es mentira. Lo que es, es una cortina de humo, que promueven ciertos sectores, para ocultar la verdadera vena rota: ¡La Corrupción! Comparado con lo que se roban en el sector público, el salario de los congresistas, y otros servidores públicos, son migajas.
La compensación laboral, es una ciencia hoy por hoy, y es claro que el factor más importante para atraer el mejor talento para desempeñar un cargo, es un salario competitivo.
Colombia necesita atraer sus mejores talentos, al sector público y para tal efecto, debe ofrecer compensación acorde al perfil que se está buscando.
Con un salario adecuado aumenta considerablemente la posibilidad de que se postulen personas competentes al congreso y otros cargos. Pero si los salarios que ofrece el sector público son bajos, un profesional preparado y con experiencia, probablemente preferirá una vicepresidencia en el sector privado con un salario de al menos $45 Millones de pesos, a ir a desempeñar un cargo público, que no compensa su labor ni los riesgos físicos y reputacionales que se asumen en la función pública.
En el evento en que el salario se reduzca, el estado atraerá candidatos, sin la experiencia o la preparación adecuadas. Eventualmente un número de personas capaces y altruistas podrían aceptar cargos o postulaciones, pero no serán un porcentaje significativo.
Lo más preocupante, en el escenario descrito arriba, no es que se postulen candidatos sin las competencias requeridas, sino que se postulen candidatos que no estén interesados en el salario sino en robar. En este probable evento el salario bajo se convierte en un incentivo perverso para el crecimiento de la corrupción y los desfalcos y robos.
Por eso respeto y valoro los argumentos de los congresistas que rechazan la reducción del salario. Éstos si viven de su sueldo y probablemente no roban.
Para quienes guardan silencio cómplice, el salario no es parte significativa de su ingreso. ¿De que viven? Dejo la conclusión al criterio de ustedes.
Reflexión: No quiero decir con esto, que la escala salarial del sector público, deba emular a la del sector privado, sino que debe permitir que los profesionales competentes que accedan a estos cargos, tengan un ingreso que les permita cubrir un nivel de vida de acuerdo a sus competencias y credenciales.
Dónde si hay que hacer un esfuerzo inmenso es en la transparencia y publicidad de los procesos de selección para evitar que incompetentes y corruptos accedan a cargos importantes. Esto debería ser abordado con firmeza en la reforma electoral y en la ley anticorrupción si algún día se da. No me hago ilusiones…
Conclusión: Que dejen los salarios como están y más bien le bajen a la corrupción y el robo.
Dónde si hay que hacer un esfuerzo inmenso es en la transparencia y publicidad de los procesos de selección para evitar que incompetentes y corruptos accedan a cargos importantes. Clic para tuitear
Luis Felipe Arango
Luis Felipe Arango Pardo es Master en Administración de Salud (MHA) de la Universidad del Sur de California en Los Ángeles, California y Abogado de la Pontificia Universidad Javeriana en Bogotá, Colombia.
Como complemento a su extensa experiencia en seguros y reaseguros, por mas de 2 décadas, Luis Felipe es un experto en: medicina internacional, turismo médico, gerencia estratégica, mejoramiento continuo, gerencia del desempeño y la calidad, desarrollo de negocios, mercadeo y ventas, recursos humanos, comercio exterior y negocios internacionales.
Su extensa experiencia en comercio internacional que incluye la presidencia de la Cámara de Comercio Ecuatoriano – Colombiana, en Quito, Ecuador, y su participación como negociador del Tratado de Libre Comercio entre EE UU y los Países Andinos, así como su frecuente participación en misiones de comercio con el US Commercial Service, sumados a sus mas de 25 años en el sector salud a nivel global, lo llevaron a iniciar una carrera en la industria de la Salud estadounidense especialmente durante los últimos 10 años en los que se ha desempañado como director de programas internacionales en diversos centros médicos de los Estados Unidos de América, culminando en Keck Medicine of USC donde se desempeñó hasta Julio 14 de 2017. Actualmente se desempeña como consultor en Estrategia de salud Internacional con clientes como Serena del mar, en Colombia, Orlando Health y Beverly Hills Cancer center en EE UU.
Su carrera se inicia en América Latina como Gerente Comercial de diferentes Corredores de Seguros incluyendo Aon en Colombia, así como Presidente Ejecutivo y CEO de Seguros del Pichincha S.A. en Ecuador y Seguros La Previsora Vida en Colombia, entre otras, para luego radicarse en los Estados Unidos como consultor en materia de salud, asesor de seguros y reaseguros y finalmente VP de Negocios Internacionales de Jackson Health System en Miami Florida, de donde se mudo a California en 2011.
Tiene más de 25 años de experiencia trabajando en el campo de la salud y la industria de los seguros lo cual acredita su profundo conocimiento del mercado internacional de estas industrias.





