Y vos, ¿qué tan agorero sos?

Se está acabando este 20-22 y muy seguramente ya muchas personas tienen listos sus agüeros pa’l 31 de diciembre. Hablamos de agoreros, quienes utilizan americanismos prefieren “agüeristas”. Algunos agüeros son muy de nuestra cultura colombiana, puede o no que los conozcamos y quien quita que hasta lo pongas o los hayas puesto en práctica y pinten un buen futuro. Sin embargo, para “vivir sabroso” e indiferente de quien sea el político de turno, lo más importante es buscar y aprovechar oportunidades, trabajar por construir nuestros sueños e ir cumpliendo los objetivos que nos vamos trazando, sin dejar de visionar.

 

Comencemos pues con el velón que debe permanecer encendido durante siete días consecutivos (mucha precaución con los conatos de incendio); las nueve (9) manzanas verdes, imponiendo en cada una de ellas deseos de bienestar o valores familiares (se pueden consumir en los días siguientes sin problema); las espigas de trigo para la prosperidad y los buenos augurios de amistad; unas cuantas cucharaditas de lentejas (que no necesitan remojo para su cocción), para tener abundancia y que no falte el pan diario en la mesa; así como tener algún billete de alta denominación en el bolsillo y apretarlo fuertemente luego de escuchar las doce campanadas (ojalá en euros o en dólares, pues este último puede que alcance un techo histórico de seis mil pesos – 6 000 – colombianos); la maleta para recorrer la cuadra y “garantizar” uno que otro viaje en el año (aunque toca “entre comillas” porque con el regreso del 19 % del IVA a los tiquetes aéreos si que se dará un golpe duro al turismo nacional e internacional).

 

Para el amor, recomiendan que el primer “feliz año” sea un fuerte abrazo y un beso “esquinia’ito” en la mejilla – o en la boca, si son pareja – a una persona del sexo opuesto (ahora, estando en una sociedad incluyente y desde que prime el respeto, se torna válido darle dicha muestra de cariño al sexo/género con el que te identifiques); el brindis con algún licor burbujeante y espumoso para que sea un año lleno de éxitos (idealmente champagne, pero los buenos deseos no se miden en estratos socioeconómicos); las doce (12) uvas recorren el año venidero y cada una viene acompañada de un deseo por mes que podría cumplirse en el que lo proyectes (para evitar el despiste se recomienda hacer el listado con anterioridad, plasmando los 12 ítems respectivos en alguna hojita o en la App de notas del celular).

 

La ropa interior color amarilla, para la buena suerte, no puede faltar en el “estrén” del 31 (hay que usarla todo el día, luego de bañarse obviamente – podría ser con sal marina, de una vez, para limpiar las energías y que vibre el aura -, ponérsela correctamente “al derecho”, y al pasar la medianoche y comenzar el 1° de enero, hay que buscar donde “voltearla” y volvérsela a poner “al revés”, para que inicia la magia), algunas personas prefieren el color rojo, para tener pasión y buen sexo.

 

El agüero de las tres (3) papas es algo complejo (una primera papa debe estar completamente con cáscara, una segunda debe ser pelada hasta la mitad y, la tercera, debe quedar completamente “despellejada”; proceder a tirarlas debajo de la cama en la noche y, luego de las 12 de la noche, meter la mano por debajo de “las tablas” a oscuras o con un vendaje en los ojos y la que se saque de primerazo es la que muestra cómo será financieramente el año que recién inicia), éste no lo realizo, las palabras tienen poder y no quisiera estar todo el año pela’o, sugestionado, donde llegue a sacar la papa a la que le retiraron toda su piel.

 

Para terminar, les comparto el que más disfruto, el agüero de “el huevo en el vaso de agua”. Preparan con anterioridad un espacio donde nadie les observe, un huevo, un vaso lleno de agua y una toallita para limpiar “el reguero”. Unos minutos luego de las 12, de haber hecho otros rituales y de haber deseado con fervor el feliz año a seres queridos y acompañantes de la noche buena, procedes a aislarte un momento al recinto que escogiste, rompes el huevo y depositas su contenido – clara y yema – dentro del vaso, limpias el agua que se derrame y sigues los festejos propios del año que inicia. Al mediodía, 12 horas después, vas a buscar el vaso, con o sin compañía pues la magia ya sucedió, y miras lo que te muestre: burbujas = dinero; la clara, entre más alta esté, más metas alcanzarás en el año, además de, para los más visuales, formar sobre la yema figuras que reflejan lo que se te avecina, entre otras.

 

Desde mi profesión, visión, misión y pasión, no me queda más que desearles, literalmente: ¡SALUD! Lo demás: trabajo, educación, amor, prosperidad, dinero, viajes, abundancia, etc., dependen totalmente de ella, de estar sanos, para vivir a cabalidad.

♪ Año nuevo, ♫ Vida nueva, ♪ Más alegres los días serán ♫…
♪ Año nuevo, ♫ Vida nueva, ♪ Con Salud y con pros-pe-ri-daaaad ♫.

 

¡Qué tengan un feliz 20-23!

 

Y vos, ¿qué tan agorero sos? Algunos agüeros son muy de nuestra cultura colombiana, puede o no que los conozcamos y quien quita que hasta lo pongas o los hayas puesto en práctica y pinten un buen futuro. Clic para tuitear