VÍCTOR CAMPO SANTA MARTA COMPLACIDA COMUNICARLE HABRÁ NUEVA CONSTITUCIÓN PUNTO SI SE LANZA COMO ALCALDE CUENTE CON MI APOYO PUNTO YA HAY GARANTÍAS PUNTO CORDIAL SALUDO|. Clic para tuitear

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VÍCTOR CAMPO
SANTA MARTA

COMPLACIDA COMUNICARLE HABRÁ NUEVA CONSTITUCIÓN PUNTO SI SE LANZA COMO ALCALDE CUENTE CON MI APOYO PUNTO YA HAY GARANTÍAS PUNTO CORDIAL SALUDO|.

Para 1986, en el gobierno del presidente Belisario Betancur, se incluye la reforma para la elección popular de autoridades públicas, como alcaldes y gobernadores. Este fue el reflejo de una necesidad colectiva que, en su momento, resolvió un problema de política pública. Yo no había nacido, no estaba en planes siquiera, ese momento histórico no lo viví, pero de lo que sí puedo estar segura, es que aquello respondió la inquietud de quien legisló; parafraseando a un estimado colega, «nadie cambia las normas con las que se elige…» y yo diría, «a menos que le convenga». No imagino la cantidad de conductas cometidas por aquel entonces, que se fueron transformando hasta ser consideradas como desviadas y que hoy conocemos como delitos, que dictan del reproche a quienes las cometieren y, a su vez, estuviesen desempeñando un cargo público. Ahora, se sanciona cualquier conducta que atente contra el legítimo ejercicio democrático, por lo tanto, se debe hilar muy fino, ya que existen más de 65 formas de fraude electoral.

La conducta desviada es el objeto de estudio, aquella permitió a la Nueva Criminología o Criminología Critica abrirse paso dentro del contexto histórico de los años 70s, años difíciles, aunque ambientados con buena música de Jimi Hendrix, la época disco llegando a las casetas en Colombia, y dictaduras por doquier en el continente, el ambiente perfecto para reinventar la Criminología y le permite a distinguidos autores como el Dr. Baratta, estructurar su discurso con una composición de conceptos trípode, es decir, una estructura normativa (lógico semántica), valores y comportamientos, concluyendo que el derecho penal es una herramienta que asegura determinados bienes jurídicos tutelados por la norma, pues determinan un interés particular de la sociedad. Ello implica que a partir del análisis de grupos sociales, se tracen de forma horizontal una especificidad de normas, lo cual en gran medida puede no resultar, toda vez que, toda regla general tiene sus excepciones; de tal forma que se permita, luego de encuadrar conductas en normas (lo que implica su desviación) y abonado a ello su criminalización, se avanza en el estudio y permite establecer con claridad la composición del lugar, el individuo desviado, los bienes jurídicos tutelados, las condiciones endógenas y exógenas que explican la tendencia de esas conductas, proyectando así la política criminal que resuelve las necesidades señaladas en el estudio.

De otra parte, como cualquier mortal que lee una columna de opinión, no debemos dejar escapar que, la Criminología Critica, tiene su origen en la teoría marxista, misma que choca con una realidad mayormente capitalista, donde la teoría de la «autonomía relativa del estado» logra explicar por qué, dentro de las normas adaptadas, se defienden los intereses de específicos grupos sociales, aquellos que logran dominar en imponer sus preferencias culturales, sociales y económicas, que institucionalizan y popularizan esas tendencias. Luego de eso, se creen legitimados los mecanismos de control social, corriendo y lográndose inalcanzable la barrera de superación social a la que están sometidas las expectativas sociales. Con ello, los individuos pertenecientes y habidos de aceptación, con el fin de evitar ser unos desviados; normalizan tendencias desviadas, corriendo el riesgo de deteriorar lo bueno, lo noble y lo humanitario. Me temo que perdemos empatía y que, cada vez que escuchamos una noticia con un contenido de aberración, nos asombramos, incluso, nos documentamos por morbo, pero no analizamos el trasfondo del hecho jurídicamente relevante.

Volviendo a la Criminología Critica, esta pretende dar explicación a las fallas casi sistemáticas de estas políticas criminales adoptadas, que terminan por no ser eficientes al momento de intentar mantener el equilibrio o disminuir los índices de las conductas punibles que reflejan mayormente las fallas de la sociedad. Con ello, se logran instaurar los elementos fundamentales de la criminología critica, en constante búsqueda de adaptación del esquema de la política criminal al momento histórico en que se encuentre, algo así como que tenemos los delincuentes que nos merecemos.

Sin embargo, es vital que, sin importar que a futuro el estudio realizado por la criminología sea proyectado en la política criminal del estado o del gobierno en turno, ésta no pierda la objetividad, pues no escapa en nada a un ejercicio científico que amerite neutralidad, sin importar que sea esbozada de forma conveniente al sector político, económico o social dominante. Es muestra de imparcialidad que se mantenga independiente; lo anterior, discrepa de la teoría contractualista de igualdad; prueba de ello es que, en el caso colombiano, ante la ley todos somos iguales; lo que nos permite inferir que ante las diferentes aristas o el resto de sistemas no lo somos, sin importar la trazabilidad de la criminología y su proyección en la policita criminal, ¿considera usted que el acceso a la justicia o los resultados de la persecución penal, son los mismos entre los distintos sectores y estratos sociales? En la actualidad, debemos reconocer una nueva forma de poder, los medios de comunicación, ya sea los convencionales o los cibernéticos, pues vemos como cada vez más el ejercicio de control social o exigencia popular tiene resultados, porque mientras el caso sea mediático o denote algún interés sensacionalista, el reproche social puede ser medido más rápidamente. Un hashtag, un like, compartir una cadena; obliga al ente acusador y al Estado mismo a pronunciamientos oficiales, vigilancia especial y eficiencia en el servicio prestado. Se intuye y percibe el comportamiento de la sociedad frente al punible o conducta desviada, ¿qué tan conveniente es esta nueva «herramienta»? A mi juicio, ha de ser un tema de estudio, pues podría darnos nuevas pautas en estudios de criminología y, finalmente, en la política criminal que esté al tanto de los retos que las nuevas generaciones imponen.

Continuando con la Criminología Critica, vemos como lo dicho anteriormente tiene que ver con uno de los elementos, el de reacción social, pues una vez establecemos las diferencias sociales es claro que las reacciones ante determinada conducta no serán las mismas, factores como el nivel educativo y sociocultural harán variar la ecuación. Por tanto, la forma de control social variará; las deviaciones a su vez serán distintas. Podríamos reducirlo a la expresión de que cada sector económico es más propenso a la comisión de determinadas conductas criminalizadas (socialmente reprochables). Equiparando la problemática de la Criminología Critica al concepto universal, implícito dentro de la denominación de delito, tiene como consecuencia que aquellos grupos que se encuentran marginados de la protección, alcance de justica y valores en general, se aglomeren en subgrupos o subculturas, los que en su mayoría se muestran apáticos a un sistema de valores preestablecidos y no reconocen el sistema normativo implementado, he aquí el aspecto sociológico de esta criminología, y escucharemos expresiones como al barrio X o la calle Z, es mejor no ir, o en el pueblo tal no hay ley, por supuesto, dando cabida a grupos al margen de la ley que impongan sus propias normas de convivencia.

La importancia que tiene el estudio criminológico y científico radica en que genera una dicotomía para la Criminología Critica. El hecho de que de alguna forma el derecho penal sea instrumentalizado por la clase dominante evidencia que, los bienes jurídicos tutelados, dentro del derecho penal y sus compilados normativos, sirven a determinado grupo social, de tal forma que sean estos quienes establezcan las conductas permitidas y las que sean desviadas, censurando un sector de la sociedad, y de acuerdo a la distribución de poder y dinero, esto será a la gran mayoría, ello implica una persecución penal ineficaz y una sensación de justicia o equidad baja. Como lectores, con autonomía crítica, conocimientos previos y criterio, podríamos concluir varias cosas, de golpe y en la materia se me ocurre que a diferencia de la criminología tradicional, la Criminología Critica hace un esfuerzo por estar más cerca de las verdades, por el cuestionamiento al sistema normativo implementado, su eficacia y su justificación desde las penas, hasta las conductas consideradas desviadas, trayendo los nuevos aires en los que hoy nos encontramos encaminados, de humanización del derecho penal, con premisas como la justificación y necesidad de la pena; procurando evitar la instrumentalización de la justicia penal. La relación entre la criminología y la posibilidad de ejercer el derecho al voto, es muy estrecha, es un ejercicio práctico de lo que se estudia y, como votantes, no podemos incurrir en el engaño tendido por un oasis en nuestro desierto, a entender, no podemos caer en el voto de castigo, que deslegitime el que es también nuestro deber constitucional de votar, tampoco podríamos pretender que cuando elegimos mal, el deterioro social sea resuelto por el que sin escrúpulos ha comprado su voto. Es un delito y será tan delincuente el que hurta desde una esquina o un despacho como el que vende su voto. Éste último no tiene autoridad moral para salir a las calles a exigir un cambio, cuando ha votado como siempre. Si en el 85 se preocuparon por las garantías dentro del ejercicio democrático, yo como ciudadana me preocupo hoy por hacer un tributo a la Constitución que me recibió al nacer, que este año cumplió 30 años, pues me enseñó que votar es también un deber.

Laura González Oviedo
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LAURA GONZÁLEZ OVIEDO.
Nacida entre la Sierra Nevada de Santa Marta y la Serranía del Perijá, arrullada por las aguas del rio Guatapurí, vallenatos, porros y cumbias del Magdalena. Abogada de profesión, admiradora de las leyes, las letras y el arte, donde en insignes ocasiones se ha trasegado. De convicciones fuertes, con objetividad, critica y una pizca de comedia a las ironías de la vida. Como sello personal la perseverancia, la dedicación y la fe. Desbordando la alegría, propia del dinamismo de los nuevos retos, se sigue escribiendo la historia de una caribeña en tierras ajenas.