Escribimos estas líneas como previa a las semifinales del Campeonato Mundial de Fútbol Qatar 2022, evento deportivo que no ha sido del interés de otros años, debido, principalmente, a la fecha -para muchos inoportuna, pero justificada-, que se ha escogido para ser celebrado; sin embargo, Mundial es Mundial…

Más allá de la calidad ratificada de Kylian Mbappé, joven de apenas 23 años (cumple 24 el próximo 20 de diciembre), quien se prepara para ser coronado nuevo Rey del Fútbol, hay algo muy significativo en esta Copa Mundo catarí, y es el significativo papel que ha jugado el camerino en la consecución de logros dentro de la mayor competencia del balompié a nivel orbital.

Muy por encima de la disciplina táctica que exige un 4-4-2 o un 4-3-3, esquemas tradicionales de la mayoría de los técnicos mundialistas, es evidente que los equipos que se han mantenido cercanos en lo humano, formando grupos que afectivamente están fuertes y que apuntan hacia objetivos cada vez más altos, han llegado con claridad a la fase de semis. No es gratuito que Francia, Marruecos –gran sorpresa del torneo-, Croacia y Argentina estén disputando el paso a la final.

Las escuadras dirigidas por Deschamps, Regragui, Dálic y Scaloni han demostrado una relación muy sólida entre sus jugadores, hecho que se refleja en un juego fluido y una comunicación excelente, dentro y fuera del terreno de juego. En pocas palabras, son profesionales y amigos que representan a sus naciones con legítimo orgullo.

Así las cosas, imposible no mencionar algunos equipos que han hecho historia, precisamente desde el camerino: el Brasil de Vicente Feola, en el lejano Mundial de Suecia’ 58, certamen que marcó el nacimiento de Pelé y de Garrincha como genios absolutos, a pesar de su corta edad; la selección Brasil de Zagallo en México’ 70, considerado el mejor equipo de todos los tiempos; y por supuesto, el “jogo bonito” de Telé Santana, fútbol-arte interpretado a la perfección por Zico, Sócrates, Falcão y compañía en España’ 82; sin duda, los más insignes referentes del scratch.

A estos equipazos brasileños, que fueron verdaderas familias en el camerino, se pueden sumar, entre otras, la Alemania de Franz Beckenbauer, primero como jugador y luego como técnico, en 1974 y 1990 respectivamente; la Naranja Mecánica holandesa del inolvidable Johan Cruyff en el Mundial de Alemania’ 74; la Argentina de Bilardo y Maradona en México’ 86; la selección de Italia dirigida por Enzo Bearzot, campeona en 1982, “squadra azzurra” con un técnico que se la jugaba a fondo por sus pupilos; la selección de Suecia de Tomas Brolin en USA’ 1994; la banda francesa de Zidane y Deschamps, campeona del Mundial en 1998, jugado en su tierra; la férrea selección italiana de Marcelo Lipi, que levantó la Copa en Alemania 2006; y cómo olvidar a La Roja de don Vicente del Bosque y su tiki-taka, magnífica campeona en Sudáfrica 2010…

Mención aparte merecen la selección colombiana de Maturana y el “Pibe” Valderrama en Italia’ 90, así como la mejor selección de la historia de Colombia, que ocupó el quinto puesto en la Copa Mundial celebrada en Brasil en 2014, de la mano del sabio argentino José Néstor Pékerman, dos equipos que deben ser referente de lo que se puede lograr en el fútbol cuando existen un objetivo y una visión clara, así como jugadores enfocados y dispuestos a superar todos los retos.

Son muchos más camerinos, naturalmente, pero aquí rindo homenaje a los que han movido con mayor ímpetu las fibras de mi alma como seguidor del buen fútbol, y después de haber visto miles de partidos y cientos de cracks.

Finalmente, quisiera recordar de manera especial a un hacedor de buenos camerinos, el Maestro Óscar Washington Tabaréz, máximo entrenador de la historia de los charrúas, quien hoy afronta dificultades de salud en el final de su vida.

El maestro Tabaréz siempre estará en la memoria de quienes amamos este deporte como un señor técnico: decente, riguroso, exigente, metódico y cercano a sus jugadores.

Deje así: Cualquier equipo del mundo que quiera ir a un Mundial, debe pensar en primera instancia en la calidad de su camerino; de lo contrario no tendrá chances de avanzar. La historia nos ofrece muchos ejemplos. Un abrazo y que ruede el balón, ojalá en los pies de seres humanos que sean conscientes de ser parte de verdaderas comunidades de amistad.

 

Hay algo muy significativo en esta Copa Mundo catarí, y es el significativo papel que ha jugado el camerino en la consecución de logros dentro de la mayor competencia del balompié a nivel orbital. Clic para tuitear
Francisco Tamayo Collins
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Desde siempre, amante de la Libertad. Disfruta la creación, redacción y edición de textos periodísticos y publicitarios. Ha sido guionista independiente. Apasionado por la radio, escritor, poeta. Docente universitario, especializado en las áreas de  Literatura e Historia. Publicista, filósofo y humanista, comunicador  por excelencia. Ha sido columnista de opinión en varios medios digitales. Experto en la preparación de carnes y pastas, es un ser humano creativo, con espíritu crítico, a quien le gusta fomentar el trabajo en equipo. Seguidor del pensamiento lateral, es radiodifusor por internet. Dirige el podcast "Voces en la periferia".